Para ti, amigo, que haz estado
conmigo en mis mejores y peores momentos, a través de la distancia y el tiempo,
gracias por compartir conmigo experiencias invaluables y permanecer a mi lado,
aunque vivas lejos de mí.
Gracias porque
desde que tuve la oportunidad de conocerte fuiste pacientes y me aceptaste como
era, y te volviste parte de mis aventuras. Sé que nos hemos distanciado un
poco, pero la realidad es que tu están en mis pensamientos todos los días.
Agradezco de verdad tu apoyo en los momentos de crisis y tus palabras de
aliento cuando más las necesitaba.
Tal vez ahora solo nos queda
comunicarnos gracias a las redes sociales, y ahora que las cartas se han
convertido en mensajes cortos de texto, al final del día podemos conectarnos y
platicar gracias al Internet. De cualquier forma, sé que estás conmigo y deseo
hacerte saber que estás aquí.
Quiero que sepas
que te extraño mucho y que siempre recuerdo nuestras aventuras, en verdad eres
una parte importante de mi vida y aunque entiendo que así tenían que ser las
cosas, desearía que siguiéramos juntos. Acepto que cada cual debe seguir
su camino y que no podemos quedarnos quietos, aunque lo ideal sería que
estuvieras aquí y compartiéramos como antes.
Gracias
porque en las oportunidades que hemos tenido nos hemos seguido frecuentando; porque
cada vez que vienes a visitarme me regalas momentos extraordinarios. No puedo
expresar con palabras lo que tu haz significado para mí, desde el momento en
que te conocí.
Lo
mejor es saber que sigues siendo exactamente las mismas personas que cuando nos
vimos por primera vez, años atrás, aunque estés casados y con hijos, aunque
estés hasta el cuello de responsabilidades, siempre tienes tiempo para estar a
mi lado y preocuparte por mi bienestar.
Gracias, en serio, por creer en mí, incluso cuando ni yo misma sé lo que
estoy haciendo con mi vida; por tus consejos, por escucharme, por no juzgarme,
por ser mis cómplice, porque me diste las mejores historias para recordar. Sé
que haz pasado muchas cosas y hemos
madurado, pero me encanta que seguimos teniendo ese sentido del humor de
siempre.
Quiero que sepan que no importa dónde te encuentres: siempre voy a estar aquí para ti, incondicionalmente. Si me necesitas, sin dudarlo, si me requieres, con confianza llámenme. Agradezco que rompamos todas esas barreras que podrían separarnos, y sé que cuando tengamos la oportunidad de volver a vernos sabremos que nada ha cambiado.
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